Los seres humanos tenemos la capacidad de elegir, decidir y realizar acciones que nos permiten transformar nuestra realidad. El valor de elegir un trabajo, un amigo , una pareja, un viaje nos permiten vivir nuevas experiencias que enriquecen nuestras vidas.
Algunos viajes duran más, otros menos, algunos son más aventureros, otros más tranquilos. Normalmente son nuestros viajes más largos los que dejan su huella más importante en nuestra alma. Nos cambian. Nos hacen mejores , más experimentados. Este año compartimos 90 días navegando, hice nuevos amigos , conocí lugares , hubo gente que aprendió , y mucha otra que me enseño a través de su experiencia de vida. Y hoy cuando esto termina algunos me preguntan ¿Y después qué? ¿Qué haces cuando esto termine? Como es volver a tierra?, Cada vuelta es diferente y en cada vuelta yo vuelvo diferente. En cada viaje uno sueña, piensa, ríe, ama, llora, así son los viajes, y así es la vida y yo la vivo asumiendo cada día el riesgo de vivir , ser libre y elegir. Quién sabe, quizás el próximo verano yo también sea uno de esos pocos afortunados que viajan para siempre. Hoy solo puedo decir gracias , y hasta el año que viene y recuerden el objetivo de este viaje no fue un destino si no una nueva forma de vivir la vida.
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